martes, 9 de agosto de 2011

El Jefe Perfecto

Había como 70 científicos trabajando en un intenso proyecto.  Todos estaban realmente frustrados debido a la presión del trabajo y las demandas de su jefe, pero todos se mantenían leales a su jefe y no pensaron en abandonar sus trabajos.

Un día, un científico se acercó al jefe y le dijo: "Señor, le prometí a mis hijos que los llevaría a la exhibición en el pueblo así que quiero salir a las 5:30 PM".  Su jefe contestó: "Está bien, puedes irte temprano hoy".
El científico comenzó a trabajar.  Continuó trabajando después de almuerzo.  Como siempre, se involucró tanto que sólo miró su reloj cuando sintió que estaba cerca de terminar.  La hora fue 8:30 PM.  De repente recordó la promesa hecha a sus hijos.

Buscó a su jefe pero no estaba por allí.  Habiéndole notificado en la mañana, cerró todo y se fue para su casa.  En lo profundo de su ser se sentía culpable de hacerle fallado a sus hijos.  Llegó a casa y sus hijos no estaban.
Su esposa estaba sentada en el pasillo leyendo revistas.  La situación era explosiva; cualquier conversación podría tener un efecto boomerang.  Su esposa le preguntó: "